viernes, 1 de mayo de 2015

Hijo te di la vida


Te di la vida, pero no puedo vivirla por ti.
Puedo enseñarte muchas cosas, pero no puedo obligarte a aprenderlas.
Puedo dirigirte, pero no responsabilizarme por lo que haces con tu vida.
Puedo instruirte en lo qué es malo y bueno, adecuado e inadecuado;
pero no puedo decidir por ti.
Puedo darte amor, pero no puedo obligarte a aceptarlo.
Puedo enseñarte a compartir, pero no puedo forzarte a hacerlo.
Puedo hablarte del respeto, pero no te puedo exigir que seas respetuoso.
Puedo aconsejarte sobre las buenas amistades, pero no puedo seleccionarlas por ti.
Puedo educarte acerca del sexo y la sexualidad,
pero no puedo dirigir y controlar tus conductas sexuales.
Puedo hablarte acerca de la vida, pero no puedo construir una reputación para ti.
Puedo decirte y mostrarte que el licor es peligroso, pero no puedo hacer que te
abstengas de consumir, si no es una decisión tomada por ti.
Puedo advertirte acerca de las drogas, pero no puedo evitar que las uses.
Puedo exhortarte a la necesidad de tener metas altas, pero no puedo alcanzarlas
por ti,
Puedo enseñarte acerca de la bondad, pero no puedo obligarte a ser bondadoso.
Puedo darte pistas en cuanto a la ética, pero no puedo hacerte una persona moral.
Puedo explicarte cómo vivir, pero no puedo vivir por ti. Hijo,
puedes estar seguro de que hago todo esto… porque te amo.
Sin embargo, lo que hagas con tu vida, dependerá de ti…
Y aún cuando esté a tu lado, como padre, las decisiones trascendentales de tu vida,
solo tú podrás tomarla.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Y quien dice que solo las solteras tienen falta de.